Las claraboyas o también conocidos como tragaluces son un mundo aparte en cuanto a ventanas se refiere. Son una magnífica idea a la hora de un espacio que quieras iluminar de forma natural, incluso hacen lucir tus habitaciones lujosas y con un toque de sofisticación único.
También imagina cuanto puedes ahorrarte en los recibos de luz, ya que no solo se ven hermosos y dan vida a tu hogar, además obtienes más beneficios con la instalación de una claraboya es que no será necesario el uso de luz artificial, y de esta manera reduces el consumo eléctrico.
Con el paso del tiempo, se han desarrollado tragaluces y claraboyas de diversos materiales, tamaños, formas y diseños. Existen algunos tipos que son más utilizados como los lucernarios, claraboyas tubulares fijas y claraboyas de ventilación. Por ello definiremos las más básicas para que puedas identificar cual es la adecuada para tu habitación.
Claraboyas de ventilación: Con las claraboyas de ventilación, que también se benefician de la ventilación, además de la luz natural. Una vez que la ventana que se abre el aire de la habitación se refresca y esto hace que sea una opción ideal para un baño o la cocina.
Claraboyas fijas: Este tipo de claraboya sólo ofrece el beneficio de luz extra que los hace ideales para las salas donde se necesita luz extra, como un ático o un taller, las hay de diferentes tamaños, proporcionando variedad y forma de escoger cuanta luz es necesaria.
Tragaluces tubulares: Este es el tipo más nuevo de los tragaluces, el tamaño de la claraboya, que está en alguna parte alrededor de 10 a 14 pulgadas, lo que es ideal para la habitaciones que son muy pequeñas, donde una claraboya normal no caben, como un armario. En algunos casos, la luz se dirige a través de un tubo.